Esta mañana, le doy un beso a la mañana. Me desprendo de mi hermana. ¿Cuál es la pregunta?
Cuál es la pregunta, es la pregunta. No hay pregunta esta mañana: no hay caza. ¡Beso la mañana! Porque el momento del amor se extiende cuando hay menos signos de pregunta y más de exclamación. ¡Hay dos bocas! ¡Dos sandwiches! „El más rico que he comido en toda mi vida“, le dice una boca a la otra. ¡El más rico! ¡Hay una amistad! ¡Hay un dolor en mi pecho! ¡Hay una abeja en mi plato! ¡Hay una fiesta! ¡Hay un fin! ¡Hay una vida! ¡ Y una calle que me espera! ¡Beso la mañana! ¡Beso tus pies! ¡Beso tus pies! Beso los pies de todos. De mis hermanos todos. Y cada dedo y cada piel. Beso la mañana.